Laicidad y relativismo.
Laicidad y relativismo.
“Se cuenta que un cretense iba diciendo que todos los cretenses miente. Por supuesto, nadie le creía. Lo que afirmaba con su voz, quedaba desmentido por sus palabras. Algo parecido le pasa al laico, muy a su pesar. Cuando afirma que lo es, el creyente le contesta enseguida que la razón para estar afirmando lo que afirma es, en el fondo, tan segura o insegura como la que él mismo tiene para creer en la existencia de verdades trascendentes. Por el contrario, si el laico se aviene a reconocer, haciendo profesión de relativismo, que todas las fes, incluso la suya propia, al fin y al cabo valen lo mismo, no tarda en caer en la trampa que su adversario le tiende: verdad -podrá contestar el creyente, saliéndose con la suya- antes o después llegará el momento de ver cuál de todas es la más verdadera.”
“Sinopsis tomada de la obra”